¿Perdonar sí, olvidar no? Se oye con frecuencia: “Yo perdono pero no olvido” . En el tema del perdón lo tienen más difícil quienes tienen buena memoria… lo recuerdan todo… ¿Debe ser así? ¿Pueden actuar de otra forma? Es evidente que la idea sería que no… No solo perdonar a su ofensor, sino también olvidar. Es el estilo de Jesus en la Cruz. Pero resulta humanamente casi imposible. ¿Cómo puede olvidar una esposa a quien ha matado a su esposo… olvidar lo ocurrido? ¿Cómo olvidar lo que provocó una gran herida y cicatriz para siempre? ¿Cómo olvidar a quien me defraudó económicamente hasta quedarme en la calle? Perdonar es “recordar de otra manera”… Es ese intento lento y costoso, por lo que voy aprendiendo a mirar lo sucedido con otra luz, con otros ojos… Intentando entender sus motivaciones… Es un proceso largo que dura años…o la vida entera.
Elegir vivir en actitud de perdón es una actitud beneficiosa… además de inteligente. Quien no perdona va acumulando resentimientos e ira interior. Se daña a sí mismo y daña a los demás. Quien no perdona mantiene vivo ese resentimiento… cree que controla mejor la situación… que puede ser dueño de ella… Es mejor elegir el perdón… gana la gran batalla de la humildad y de la generosidad, cualidades de toda buena persona.