Hay cuatro virtudes cristianas: la fe, la esperanza, la caridad y el buen humor.
Este es una medicina para el cuerpo y para el alma. No conozco otro remedio mejor contra las tentaciones obsesivas que el buen humor y siempre el buen humor. Este NO CUESTA NADA y lo compra todo. Los esfuerzos realizados de mala gana son esfuerzos perdidos. La vida es como un espejo. Si le sonríes, te sonríe. Si le pones mala cara, te mira con hosquedad. Hay personas que nacen con un jilguero en el corazón y, aunque sea pobre su jaula, saben cantar con alegría. Nadie es responsable de la cara que tienes, pero al cabo de unos cuantos años, todos son responsables de la cara que ponen.