¿Cómo se situaban los santos en las crisis? Examinarlo nos llevaría lejos… pasaron muchas y variadas crisis. Basta decir que las tuvieron… las afrontaron… y en cada una de ellas procuraron afirmarse… afirmar su llamado evangélico en la fidelidad al Padre Dios…
A menudo las crisis nos sobrevienen sin esperarlas… y nos hacen daño… mucho daño. Cuando las prevenimos a veces proponemos el problema… y también procuramos evitarlas…
Qué hacer con las crisis? Procurar resolverlas con recetas, sería jugar con fuego… rehuirlas… es como echarse arena a los ojos. Es necesario asumir que las crisis hacen parte de la vida. Evitarlas es condenarse a no crecer ni madurar … Por ello es importante aprender a manejarse correctamente en ellas hasta hacer de la crisis “compañera de vida” … De no ser así hieren mucho y terminar por “quemar” .
Los santo cuyos cuerpos quedarian marcados por los signos de las crisis y rupturas, en ningún momento dan indicios de ser peronas heridas, agresivas, quemadas. Más bien “heridos de amor”, con amor solo les quedan palabras de agradecimiento a Dios.
Es preciso aprender a aceptar las crisis como parte de la maduracion de la vida… sin rehuirlas, afrontandolas… Cada crisis es un llamado a “más”…eso es la maduración.