Los amigos verdaderos son los que estimulan a obrar bien
Las almas elevadas se encuentran en Dios, principio y fin de toda verdadera amistad. La confianza es la antesala de la amistad. El sacrificio es su santuario. Ni es posible ir lejos en la amistad si no se está dispuesto a perder los pequeños defectos. La amistad muchas veces no es más que un paraguas que se cierra cuando empieza a llover. Nunca aceptes como confidente a un amigo que no se atreve a contradecirte. La sinceridad de tu amistad lo demostrarás siendo amigo de la verdad. El único modo de tener un amigo es serlo.
Aprender a reconocer la verdadera amistad es algo que ojala encontraras… pero el que la ha encontrado… que la disfrute… muy buena reflexión