Los que creen que el dinero lo consigue todo, son capaces de todo con tal de conseguirlo.
Si sólo trabajas por los bienes materiales, no haces más que construir tu propia prisión. El avaro se convierte en pobre por miedo de serlo. El que pretende robar a los demás su riqueza, frecuentemente lo que hace es perder todas las suyas. El que espera tener algo de sobra para dárselo a los demás, nunca les dará nada. Al final de nuestra vida sólo nos queda lo que hemos dado, no lo que hemos atesorado. Por eso recuerda: GANAS LO QUE DAS. LO QUE CONSERVAS LO PIERDES