El mundo no está amenazado por las malas personas, sino por aquellas que permiten la maldad”(Einstein).
Frase radical que debe invitarnos a la reflexión y al examen de conciencia. El peligro de la humanidad no radica en los malos, sino en los BUENOS que permiten la maldad. La amenaza moral proviene de la cobardía. La cobardía de los BUENOS frente a la maldad es un cáncer que corroe a la humanidad. Los malos son IDEALISTAS radicalmente equivocados, pero los BUENOS que permiten la maldad son cobardes que, en definitiva, constituyen una plaga nefasta. La cobardía ante la maldad es peor que la maldad sola. Los malos son relativamente pocos. Los que permiten la maldad, en cambio, son legión, y ahí radica el peligro. La maldad se vuelve siempre contra uno mismo. Cuando hacemos el mal contra otro, además de fastidiar al prójimo, este mal se vuelve contra nosotros mismos, nos degrada y nos hace inhumanos. También podemos afirmar lo contrario: hacer el bien en favor de otro nos humaniza y dignifica.