¿Cuándo será el final? Si hiciéramos una encuesta entre creyentes y no creyentes descubriríamos que un gran porcentaje de personas están interesadas por saber cuándo será el final. Hay psicosis de final… y un cierto pavor…. No hace falta detallar los matices de la angustia. La angustia... la inseguridad cada vez más grande… el miedo al futuro.. nos hace preguntarnos cuándo acabará todo.... qué va a ser de esto? Ante tanto desconcierto hay personas, sectas y movimientos, que se atreven, haciendo cábalas, a aventurar un pronóstico. Y llegan a decir: ya es el final. Ya está aqui.. este es el momento... No hagamos caso: “Cuidado con que nadie os engañe” Jesús esta viendo todo lo que hoy está pasando. Con estos mensajes llaman a la puerta de nuestras casas... nos reparten panfletos…se escribe en las revistas…se predica en las calles... De un modo o de otro se pretende responder a la inquietud de todos: cuándo va a ser esto. Lo primero es conservar la serenidad.
Es verdad que la vida es dramática y que el futuro es un elemento congénito de la angustia humana. No tenemos en nuestras manos la determinación del futuro. Pero está en la manos de Dios que nos ama. Por lo tanto frente a la angustia, confianza. En lugar de estar preocupados por el mañana miremos el presente. “El final no vendrá en seguida“. Por lo tanto hay tiempo… y durante este tiempo “tendremos ocasión de dar testimonio“, de realizar la misión en medio de un mundo radicalmente hostil. En lugar de enfrentarse a sus problemas para solucionarlos... nos preocupamos de adivinar el futuro para huir del presente.
