Creo que la misericordia es la cualidad que mejor define a Dios. “Ser misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso” . Quién no ha entendido el valor y el lugar de la misericordia, seguramente no ha entendido tan poco a Jesús ni lo que él predicó. Qué sería de cada uno de nosotros sin la misericordia que nos acoge y nos relanza? ¡No quiero ni pensar en que podría convertirse nuestra vida sin la acogida de los otros! La misericordia no es, como tal vez piensen algunos, algo solo para eclesiásticos y gente piadosa. Es la virtud para todo hombre y mujer que viene a este mundo. Porque misericordia es ternura y es acogida… es paciencia y tolerancia… es perdón y es compasión. La misericordia, lo aprendimos de Jesús, es dejar marchar en libertad, pero también es esperar pacientemente el regreso y acoger. Es buscar y correr a abrazar… es perdonar y poner el vestido y un anillo nuevo… es hacer una fiesta por el hermano que ha vuelto… Practicar la misericordia es tener cuidado del hermano, responsabilizarse de él, respetarlo… curarlo con el ungüento de la relación que dignifica y con la amistad que sana. Hoy más que nunca las personas, nuestra familia, nuestros amigos..necesitan ser acogidos, escuchados , comprendidos, como cada uno de nosotros.

Misericordia SEÑOR hemos pecado..